marzo 21, 2011

El Crimen del Padre Amaro

            “El Crimen del Padre Amaro (2002)” fue criticada fervientemente por los grupos integristas católicos quienes, respaldados por el clero mexicano, trataron de prohibir su exhibición. ¿El motivo? La estrecha relación que presenta el film entre la Iglesia Católica y el negocio del narcotráfico en un ambiente donde el sexo fácil y la devoción por el capital son protagonistas.
                En un contexto donde el dinero posee un papel decisivo dentro de la jerarquía eclesiástica, la película plasma la pérdida de moral y  ética por parte de un clero que cae rendido ante los intereses económicos.  La corrupción, los sobornos, la ambición desmedida cede frente a la igualdad, la justicia y la libertad defendida por los sujetos religiosos declarados. La fé, la coerción espiritual, el bien común se desintegran en una comunidad donde el beneficio personal se consolida como ideal a seguir.
            Ante esta concepción, la Iglesia se decanta por las descalificaciones y los insultos. Se aferra incluso a la censura consiguiendo demorar la exhibición de la cinta varias semanas con la intención de que no aparezca en cartelera durante el viaje del jefe del Estado Vaticano a tierras mexicanas. Una vez más la censura ahoga a la libertad de expresión. Pero en este caso, ¿cuál es la justificación? “El Crimen del Padre Amaro” en ningún momento ridiculiza los signos del catolicismo ni critica a la religión. Opta por centrarse en la figura de los curas quienes no dejan de ser humanos de carne y hueso, meros ciudadanos. Se trata, pues, de sujetos pasionales que presos de sus impulsos se enfrentan a los obstáculos que ante su camino se elevan.
            Analizando las quejas del sector religioso cualquiera puede atisbar que la crítica por parte de la Iglesia Católica se centra en dos escenas en las que no tienen cabida los encuentros entre sábanas, el aborto ni el dinero negro. Una de ellas presenta la conducta de una beata desquiciada que opta por darle de comer a su gato la hostia sagrada; y la segunda hace referencia al momento en el cual la joven se cubre con el velo de la virgen. En este contexto, cabe destacar la necesidad de presentar las escenas comentadas ya que permiten caracterizar a cada personaje en cuestión. Una con connotaciones negativas relacionadas con la demencia y la falta de cordura, y la otra con la maternidad que evoca la Virgen María.
            Tras todo esto comentado, en ningún momento el film tiene la intención de intimidar a nadie. Simplemente pretende plasmar una realidad presente y cotidiana al tiempo que replantea ciertas cuestiones. El celibato y el aborto salen a la palestra con el único objetivo de despertar conciencias. ¿Tienen sentido a día de hoy? ¿No se tratan realmente de vestigios propios de la Inquisición? El cine pregunta y ahora te toca a ti responder.
           

marzo 19, 2011

Ciudad de Dios


Entre cuchillos y a ritmo de pagode. Así comienza el drama de Ciudad de Dios (2002) de la mano de Fernando Meirelles. Corrupción y música como protagonistas constantes en las calles de la favela. En un ambiente turbio y difícil donde la infancia padece miedo y rabia. Sumergidos en una espiral de violencia las cometas en el cielo no anhelan sueños sino que alertan de la presencia policial, mientras los niños armados demandan justicia a través del disparo. Mané Galinha, Cabeleira o Zé Pequeño ponen cara a todas esas familias víctimas del narcotráfico y del poder fáctico que suplanta al Estado. Ambientada entre finales de la década de 1960 y principios de 1980, esta película, directa a la conciencia, ha marcado un antes y un después. Una vez más, la ficción se consolida como fuente de cambio y la reacción se palpa a pie de calle.
            Tras la emisión de Ciudad de Dios, el ámbito universitario, televisivo y sindical optaron por hablar. El debate, centrado en la verdad de las favelas, alcanzó tal repercusión que incluso las altas esferas del poder tuvieron que participar. “Ustedes tienen que ver Ciudad de Dios porque es una situación que tenemos que cambiar,” alegaba Lula Da Silva durante su campaña electoral; invitando a la reflexión y a la necesidad de actuar. En este contexto, cabe comentar también que dicho film fue emitido en el propio palacio presidencial por voluntad de Henrique Cardoso (presidente de Brasil por aquél entonces) convirtiéndose, así, en un suceso político. De este modo, la película motivó la reforma y favoreció el establecimiento de un nuevo planteamiento tanto político como social.
            La reciente manera de pensar en la seguridad pública incidió en los procesos de transformación de todas las favelas. Un proyecto realmente importante que involucraba a siete ministerios, tres secretarías de estado y al alcalde de Río de Janeiro. En relación a esto, resulta necesario analizar la  estrategia que Lula Da Silva, quien accede a la presidencia del país en 2003, lleva acabo. Con el objetivo de paliar el narcotráfico y la violencia aboga por invertir en la inclusión; frente a las medidas que hasta este momento se estaban adoptando. De esta forma, la policía pierde protagonismo a favor de los residentes de las favelas, interés principal del poder tras la nueva elección. Así pues, nacen diversos programas destinados a la infancia. El Ministerio de Cultura da pie a la creación de numerosos centros culturales y deportivos donde los niños pueden permanecer desde las 08:00h hasta las 18:00h alejándose del peligro de las calles. Sin olvidar, proyectos específicos que  apuestan por la música, como alternativa a la marginalidad.
            Actualmente, las calles de Ciudad de Dios no están limpias y los dramas reaparecen cada día en la prensa y en la televisión. Nuevos ataques, nuevas incursiones... aplazan la calma. Sin embargo y como bien hemos visto, películas como éstas desempeñan un papel decisivo a la hora de abordar y reconocer determinados problemas, al tiempo que ofrecen un espacio para el optimismo. Porque si Buscapé no se planteó rendirse, nosotros tampoco deberíamos hacerlo.  

marzo 17, 2011

Presunto Culpable


             En México, no basta con ser inocente para ser libre,” sentencia el lema de Presunto culpable. Polémica, censura y opresión en una pugna de ideales e intereses. Ya sea como arma para desvelar la verdad o simplemente para promocionarse, desnudar el poder siempre ha acarreado numerosas dificultades. Las vergüenzas habituadas a esconderse cuestionan la estructura una vez que ven la luz. El peligro se palpa en ciertos sectores y el silencio se consolida como el camino más concurrido por aquellos que sucumben ante el despotismo.
            El documental Presunto Culpable, respaldado por Ambulante, recoge el caso de Antonio Zúñiga Rodríguez condenado a 20 años de prisión sin ningún tipo de prueba contundente como consecuencia de un sistema judicial opaco. Acusado de homicidio mostró su inocencia a través de diversos testigos que garantizaban gozar de su compañía en el preciso momento del crimen. Sin olvidar las palabras de Víctor Daniel Reyes Bravo (primo y acompañante de la víctima), el mismo que reconocía no saber quien era el culpable con un: ”Yo no vi quien fue el que disparó”. A pesar de todo esto, Toño no fue liberado.
            Ante esta situación, numerosas dudas se alzan preguntando el porqué.  Una de ellas, bajo el nombre del ya mencionado trabajo, optó por hacerse oír más allá de esa estructura asfixiante que es la justicia en México. Se elevó y denunció. ¿El resultado?  La oposición por parte del Gobierno Federal, los mismos que no supieron preveer las consecuencias de sus actos. Una vez el film censurado, el boca a boca tradicional y/o digital consolidó a dicho documental como foco de atención en el ámbito intelectual y en toda una sociedad en general. Diego Luna exponía en su Twitter:”El intento de censura que hoy padece #PresuntoCulpable es una vergüenza y sólo ratifica la importancia de que esta pelicula se vea en Mex!” Gael García Bernal escribía:”Los que quieren censurar Presunto Culpable se ve que no aprendieron de Serrano Limón y sus altruistas censuras publicitarias.”
            Una vez más, el séptimo arte se consolida como fuente de cambio; punto en el cual convergen las diversas opiniones en una misma reivindicación. Capta parte de la realidad que nos rodea para mostrar y concienciar, otorgando fundamento y fuerza a todas aquellas posturas que pretenden hacerse escuchar a través de diferentes manifestaciones.
            Presunto Culpable abre, de este modo, una puerta a favor del cambio. El olvido y la injusticia son los peores enemigos de un país, Mexico, que hace tiempo que se desangra. De ahí, la relevancia de películas que como ésta luchan por la libertad.
          

marzo 15, 2011

Más allá de la pantalla

            Frente a la pantalla del cine Renoir de Madrid, una pregunta acecha y cuestiona la realidad. “¿Qué somos?”, desafía una voz. La respuesta ansiada se busca pero no se encuentra. ¿Meros espectadores? ¿Actores activos?
            Ante el espejo, el reflejo de quien mira invita a descubrirse, a desnudarse, a conocerse. Sin embargo, más que al propio cuerpo observado la mente atiende a los sueños y anhelos futuros. Sentir el viento y descubrir América sobre “La Poderosa”, reivindicar la esencia del artista desde la Habana a través de los acordes de una guitarra, jugar a improvisar en la calle mientras se elige quien se quiere ser, mostrarse fiel a uno mismo o luchar por los propios ideales por muy utópicos que parezcan.
            El poder de una historia que nace entre realidad y ficción alcanza tal repercusión que condiciona nuestro día a día. Ya sean las metas individuales o la voluntad de toda una sociedad. El séptimo arte constituye una ventana que se abre, un mar de posibilidades, un sinfín de opciones que remodelan nuestra concepción a la hora de ver el mundo. Porque, ahora, no se limita a mostrar de la forma más verosímil posible nuestro alrededor; sino que invita a vivir, despierta conciencias, trata temas hasta el momento silenciados y denuncia atrocidades ignoradas. De este modo, toda película representa una voz, un grito, un desgarro… que permite que los ecos se escuchen más allá del público de butacas.
            La realidad presentada pasa a ser nuestra propia realidad. Si todavía dudas, dirige tu mirada hacia “Anonymous” o revisa en una hemeroteca el número de artículos vinculados a la eutanasia tras el estreno de “Mar Adentro.” El cine, con paso firme y profundo, cuestiona principios aparentemente arraigados en nuestra cultura y sociedad. Sin olvidar que, entre polémica y censura, consigue hacerse escuchar; al tiempo que acalla comentarios demagógicos de los grandes líderes. Por todo ello, su importancia es vital y su poder innegable.
            Y tras todo esto…¿Qué nos resta hacer a nosotros?  Shakespeare dijo que “el mundo es un escenario y todos los hombres y mujeres somos meros actores.” No obstante, el papel a desempeñar únicamente depende de nosotros. Temer o improvisar. Observar o actuar.
            Si tú también lo tienes claro, invitado estás a compartir este viaje. Sin miedo y siempre de frente.


*Películas mencionadas: Diarios de Motocicleta, Habana Blues, Noviembre, Los Edukadores, V de Vendetta, Mar Adentro.